12 noviembre 2008

la cara oculta

 ¿Somos siempre capaces de mirar donde deberíamos, en la dirección que sería conveniente? A menudo pienso que cuando nos perdemos, cuando no sabemos qué rumbo tomar en la vida, es porque no miramos en la dirección correcta.
El problema que me encuentro es que no suelo saber qué dirección es esa que debería seguir.
Siempre me han gustado los trenes porque ellos sí han sabido siempre hacia dónde se dirigen. Siguen un rumbo fijo, nunca se pierden y rara vez se desvían...
Ayer, hablaban de que muchas veces la gente se oculta de los demás y que cada uno tenía sus motivos... Y comentaron: Hay gente que se oculta porque quieren que alguien les aprecie lo suficiente como para buscarlos”.
Quizá es por eso que no encuentro mi mitad... porque él tampoco mira en la dirección correcta.

2 comentarios:

Isabel dijo...

Quizás si no nos escondiéramos tanto y fuéramos con los corazones al viento nuestra mirada,seguramente, sería bastante más directa e incluso certera.
Me gustan tus pensamientos,amiga.Un beso.

Toni Herrero dijo...

¿Y cual es la dirección correcta? Ese es el quid de la cuestión...
No creo que el problema sea ocultar parte de tí, sino tratar de ser quien no eres. Hay mucha gente que enseña al exterior cosas que no son reales, ocultando toda la verdad.
Gracias por visitar mi blog, por el comentario y por los ánimos.
Te uno a mis recomendados.
Un abrazo