14 febrero 2009

el santo del amor

 Odio los días en que nos "obligan" a sentir cosas determinadas... Y mucho más aquellas en que nos hacen sentir irresistiblemente dirigidos a ser más consumistas aún.
Sin embargo, eso no debería hacernos pasar por alto según qué cosas, y es que a menudo es bueno celebrar lo bueno, como lo puede ser el amor.

Es verdad que el que el que está enamorado debería celebrarlo día a día, y el que no lo está lo busca tras cada esquina y no necesita un día que lo recuerde, pero... ¿qué más da? Si celebramos cumpleaños (para hacer un punto y seguido en nuestras vidas), y siguen algunos la tradición de celebrar el Santo, o el nacimiento de Cristo, o cualquier otra cosa semejante, ¿por qué no aprovechar este día para recordar que el amor es efímero y que hay que mimarlo todo lo que se pueda?

Así, yo os felicito, a todos los que estáis enamorados (ya sea de la vida, del amor o de vuestras parejas). ¡Disfrutad del amor y de la vida!
Sólo deseo que os dure eternamente.

6 comentarios:

Isabel dijo...

Cierto,amiga;creo que hay personas que se dejan llevar y otras que saben celebrar lo que,de verdad, merece la pena celebrar; como sentimientos,actitudes,logros,
emociones,momentos,la vida...
Entonces, si hay tanto por celebrar ¿¿por qué nos abatimos tanto a veces??
Recordemos todo esto cuando éso suceda.Un besote y feliz domingo,amiga.
Yo también celebro tus palabras...

Anónimo dijo...

Cualquier cosa que durase eternamente sería inmediatamente algo sin valor en sí mismo. Sobre todo tratandose de un sentimiento que tanto nos ayuda a madurar.
¿Cómo apreciar un amor más sincero sin haber vivido desengaños?
Celebremos el amor, sí, pero el amor del momento, el que tiene planes pero no contratos. El que nos ofrece la suficiente incertidumbre para no convertirnos en autómatas.

Anónimo dijo...

Hola Isabel. Creo que nos abatimos porque nos olvidamos de todo eso, ¿no? A menudo nos comportamos como necios (En el sentido del RAE: 1. adj. Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber. U. t. c. s.)...

Querido Ficus: Yo ya decía que el amor es efímero... pero ¡eso no guarda contradicción con que yo les desee a todos que el suyo sea eterno!
Lo demás que dices, creo que forma más parte de tus fantasmas que de los míos. A mí me gustan demasiado los planes como para hacerles contratos. Y, por otro lado, ya sabéis los que me conocéis que yo estoy con Machado con aquello de "Hoy es siempre todavía"... mientras dure la felicidad, seremos felices con/por ella. Y cuando se extinga... ¡Chi lo sà!... ¡supongo que volveremos a buscarla!

Anónimo dijo...

Naturalmente, hablaba por mí.
En lo demás, estoy de acuerdo contigo.

Anónimo dijo...

Disculpa, Ficus. Espero no haberte ofendido.
Yo, siempre a la defensiva con mis espinas...

Anónimo dijo...

Faltaría más. No hay ninguna ofensa.