31 julio 2010

felices por turnos

La lectura de Sobrevivir a un gran amor, seis veces, me ha dejado más claro (si no lo tenía ya) las grandes diferencias entre el funcionamiento mental de hombres y mujeres.
Tengo que decir que su lectura, además de fácil y amena, es muy divertida e incluso instructiva. Si bien no nos deja precisamente como buena gente (a las mujeres), no puedo negar que estoy de acuerdo con la mayoría de cosas que piensa sobre lo que pensamos (valga la redundancia).

Y, aunque parece que él acabó harto de matrimonio, no le deben gustar poco las mujeres si se casó con 6. Lo que demuestra que es cierto aquello de que no podemos vivir con ellos/as ni sin ellos/as.

Creo que en el fondo leemos (escuchamos, etc.) a los demás para encontrar en ellos algo de nosotros, por lo que si difiere en exceso nos aburre. Así que no es fácil encontrar un libro de memorias en el que uno pueda perderse sin agobiarse de la vida del otro.
He valorado varios fragmentos para ilustrar lo que más me ha gustado de esta obra, pero finalmente me he decidido por éste. Espero que os pueda también motivar a que lo leáis. A mí me ha hecho pensar, porque el dolor tuvo en mi un efecto contrario, pero esta lectura me acerca más al alma humana.

El dolor me humanizó. Yo iba de guay: listo, profe, guapo, cosmopolita, hippie. Pasaba entre la gente como un actor en su papel, quería de ellos la distracción y el aplauso, los veía de lejos porque no me fijaba en casi nadie. Que te dejen, te desprecien y te humillen te obliga a despertar, a caer de la nube, a pensar que eres uno más en esta obra coral que es la vida, todos guays un rato, patéticos otro rato, felices por turnos según de dónde sople el viento.

Luis Racionero (2009). Sobrevivir a un gran amor, seis veces. Memorias. Barcelona: RBA.

3 comentarios:

Sparrow dijo...

Pues sí, la vida se encarga de ponernos a tono. A ostias. Es cuestión de aprender a levantarte cuando te hacen caer. Aún no lo he leído, pero si no lo olvido en algún sitio, lo haré pronto...

burdon dijo...

Pues sí, apetece leer el libro sólo leyendo el fragmento. Es un pensamiento en alto que podríamos haber pensado cualquiera de nosotros.

Tengo dos libros, a medias, y una que me gustaría empezar, peero... algún día los acabaré. :)

Anónimo dijo...

Sin duda es un libro recomendable. Espero, Sparrow, que el ejemplar que tienes no lo pierdas... es lo que tiene la propiedad privada, que nos hace desear que las cosas vuelvan!! jajajaja

Pues aprovecha las vacaciones, Burdon, porque en cuanto empieces a currar se acabó la tranquilidad de sentarse a leer un buen libro.

Por mi parte, sigo mi consejo y ya llevo varios... que después me quejo de que en invierno se me amontonan!!

Besitos desde el sofá y el libro!!