07 junio 2011

el inexorable paso del tiempo

Hace seis años que estoy estudiando una licenciatura. Yo ya cursé mis estudios en su momento; pero el ser una adolescente perezosa y con pocas ganas de estudiar hizo que no pudiera optar por la que quería cursar, de modo que años más tarde decidí que nunca es tarde y empecé de nuevo... hace seis años de eso!
Ahora empiezo a verle el final a esa carrera (nunca mejor dicho); de momento porque he acabado el curso y, a falta de algunos exámenes presenciales, ya estoy un poco relajada.
El caso es que el sábado pasado fue la primera vez que podía ir a cenar con una amiga tranquilamente, sin pensar que la mañana siguiente debería madrugar para estudiar… Y lo que veía desde mi posición en el restaurante era esto (no pude resistir hacer una foto, aunque sea de mala calidad):
Eso provocó que me pasara la cena pensando en “el inexorable paso del tiempo”.
Para colmo, en el restaurante había mucho ruido, casi no oía nada, con lo que no pude relajarme demasiado…. Eso de gritar para que me oigan (aunque en mi familia me digan constantemente que grito mucho) ¡no me gusta nada! De hecho, al empezar la cena recordé que era por eso por lo que no frecuentaba aquel restaurante (a pesar de que tienen una buena cocina).
El tiempo… se dice que cuando nos hacemos mayores el tiempo pasa más deprisa. Yo creo que en realidad es culpa de que cuanto más mayores nos hacemos más nos empeñamos en hacer al día más cosas de las que realmente caben en 24 horas. De modo que no recuerdo ni lo que comí ayer porque desde entonces ¡han pasado tantas vidas….!
Lo más curioso es que andaba pensando en eso cuando me crucé unos mails con un compañero de facultad cuya firma reza:
Siempre creemos que va a haber más tiempo... hasta que se acaba.
¡No creo que se pueda añadir más!

No hay comentarios: