22 septiembre 2013

¿ves lo que no ves?

En una ocasión vi un cuadro de un mar que me llamó mucho la atención: Onada Lateral  (Josep Niebla).
Estaba con unos amigos y les dije algo así como que se podía ver el delfín que nadaba por debajo de ese inmenso mar.

Ellos se rieron. (La amistad hace que uno pueda decir estas cosas y que no la tomen a una por loca. También hace que no me ofenda que se rían.)


Yo les recordé la caja del cordero de El Principito*. Y, mientras, me recordaba a mí misma lo difícil que es mantener la imaginación cuando uno se hace mayor. 
Se ha hablado mucho de eso y no deja de apenarme que sea tan real.

La situación también me hizo pensar en otra cosa: Recuerdo otra época de mí, aquella en la que un momento así no habría sido la excepción, sino la regla: mi imaginación era capaz de sugerir cualquier imagen en cualquier sombra, en cualquier luz...

Llevo tiempo intentando descifrar qué pasó. Por qué pasé de ser aquella niña ingenua a ser... no sé, otra persona. Otra de la que me gustan algunas cosas pero que a la vez echa de menos aquella simplicidad.

Las cosas deberían ser más simples. Tanto como que si alguien ve un delfín... ¿no podrían verlo los demás (como el cordero a través de los agujeritos)? ¿No podrían contagiarse de esa ilusión que provoca la imaginación?
La vida sería mucho más divertida y (aunque pueda sonar redundante) mucho menos seria. 

Onada Lateral. Josep Niebla  -  Col.lecció Fundació Niebla
*

4 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

Pues me alegra mucho que te hagas estas preguntas porque yo también me las hago y una siempre piensa si los demás sentirán estas cosas o no, así que me alegra encontrar a alguien que sienta cosas por dentro, que eche de menos esa sencillez de la niñez, que se tome al menos un momento para pensar en ello (la mayoría de la gente tiene tanta prisa y tantas cosas que hacer que cuando les planteas algo de esto piensan, eso, que estás chiflada o que tienes demasiado tiempo libre o lo que es peor, las dos cosas).
Hay un momento en el que perdemos todo eso que dices Sísifo, tampoco sabría decirte cual fue el mío. Creo que la Vida nos presenta ese momento disfrazado, es decir, pasamos por la adolescencia y por una primera juventud (quiero pensar que hay muchas más)casi alegrándonos de haber dejado atrás esa infancia que tanto nos hace depender de los mayores, nos alegramos de ser nosotros mismos mayores sin darnos cuenta de que poco a poco vamos cayendo esa trampa cruel de la Vida, en esa tela de araña de la que ya no podemos escapar y que nos va quitando la inocencia y la capacidad de sorprendernos, de IMAGINAR... y que un día nos envolverá para siempre...
Por mi parte sigo intentando ver corderos y delfines, de verdad, a veces incluso lo logro y son momentos mágicos porque ahora (como premio de consolación) sabemos valorarlos.
Me ha encantado tu reflexión. Perdona por mi rollo.
(Por cierto, "El Principito" es uno de mis libros favoritos y muy muy especial para mí, un amigo que no falla).
Saludos!

Sandra Sánchez dijo...

Se me olvidaba: el cuadro PRECIOSO, si es así la foto, verlo al natural tiene que ser toda una experiencia para los sentidos!
;)

sísifo dijo...

Me encanta esa sintonía que tenemos, Pulgacroft.
Justo ayer le hablaba de tu blog a una amiga y hoy me sorprendes con tus palabras.
De rollo nada. Si uno escribe es para que los demás le digan qué piensa... El diálogo siempre es mucho más creativo que el monólogo.

Respecto al cuadro... nada que ver, la foto no tiene nada que ver... si un día tienes ocasión de ver una expo de Niebla no lo dudes.
Estuvimos viendo cómo pintaba una de sus obras en directo y escuchando lo que contaba... fue increíble.

Aquí me tienes para sintonizar cuando quieras!
Un abrazo!!

Sandra Sánchez dijo...

Sísifo, espero que le hablaras bien jaja...
Es cierto tenemos sintonía. Me gusta porque estoy segura que coincidiré con muchas más de tus reflexiones.Aquí estaré para comentar y seguir sintonizando ( eso espero, aunque no pasa nada por disentir, forma también parte del juego).
Me apunto a Niebla y lo investigaré ;)
Gracias por la recomendación y por compartir esas piedras que subimos día tras día.
Otro abrazo para ti!