Me parece una fantástica idea, esa de los autobuses ateos...
Estoy de acuerdo con los ingleses, en que hay que hacer que la gente piense, y no siempre es bueno pensar sólo en una misma dirección.
Ya bastante “presión” tenemos desde el ámbito de la Iglesia, está bien que tengamos también inspiración desde otros puntos de vista.
Además, me gusta el eslogan: Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida.
No obliga a nada. Sólo pide que se haga algo que, por fácil, parece incluso innecesario, pero en estos tiempos que corren, con tanta guerra ideológica, guerra santa, guerra de poderes, guerra de sexos... está bien que los autobuses, esos seres que recorren nuestra ciudad y que generalmente nos invitan a beber ciertas cosas o comprar ciertas otras, en esta ocasión nos planteen sólo pensar, en la dirección que sea, pero pensar.