Estas son las primeras puntas de mi sobrina.
Están ahí, tan inofensivas y bonitas... pero cuando las use por primera vez descubrirá el esfuerzo que requiere llegar a lo que uno aspira.
Ella aún es muy pequeña. Ésta será una de sus primeras lecciones en la vida. Ojalá todo lo que le queda por vivir sea siempre más sencillo.
El ballet siempre me ha hecho pensar en lo dura que es la vida: ¡parece tan bello y etéreo, aunque enmascare tan grandes dosis de esfuerzo y valor!
Es como todo en la vida: Miramos a los demás, pensamos que son felices, y no nos damos cuenta de que detrás de cualquier felicidad está el esfuerzo de cada persona por conseguirlo.
Últimamente me doy cuenta de que las relaciones con las personas requieren un esfuerzo que no siempre estamos dispuestos a realizar. Es necesario ponerse en el lugar del otro, saber cómo es, qué cosas le gustan y cuáles le duelen, para buscar las primeras y evitar las últimas... pero, en general, nos hacemos mayores, el pasado nos pesa, y acabamos juzgando a los demás a través de experiencias previas que a menudo no tienen que ver con el presente ni con quien tratamos.
Pensamos que actuamos correctamente y no vemos que detrás de nuestras palabras y nuestros actos, lo único que hay es gente que quizá no se atreve a ser sincera por miedo a que los demás no les acepten... y el baile se vuelve inconexo y grotesco.
22 febrero 2009
21 febrero 2009
brujas
Lo último que he andado leyendo ha sido ¿Por qué somos como somos? De Eduardo Punset, que ha dedicado este libro a compilar conocimientos que ha ido adquiriendo en su programa televisivo Redes (que nunca vi, por mi escasa atención a la TV, lo que por lo que he leído lamento). Es un libro de esos que se dan en llamar “de divulgación científica” y que aborda todo tipo de cuestiones (yendo desde el origen del mundo hasta una lectura del progreso científico) pasando por muchos y variados temas, todos de mucho interés.
Entre ellos, el origen de las brujas. Personaje que siempre ha tenido cierta atracción para mí (quizá porque a veces las mujeres podemos ser un poco brujas, en la peor expresión de la palabra...).
“Fue entonces cuando la bruja, la curandera, la mujer que sufría cualquier trastorno de conducta que la hacía diferente, pasó a ser una aliada del demonio en su lucha por destruir la cristiandad. Entre los años 1450 y 1750, más de 110.000 mujeres fueron procesadas y 60.000 fueron ejecutadas sólo en Europa. ¿Qué hicieron para merecerlo?"
Este es uno de aquellos momentos en los que te alegras profundamente de vivir los tiempos que vives. Y que te recuerda que eso no ha acabado, que aún las mujeres debemos reivindicar nuestro lugar en la sociedad y no permitir que nos arrinconen y nos pierdan el respeto por ser diferentes, inteligentes o lo que seamos.
Entre ellos, el origen de las brujas. Personaje que siempre ha tenido cierta atracción para mí (quizá porque a veces las mujeres podemos ser un poco brujas, en la peor expresión de la palabra...).
“Fue entonces cuando la bruja, la curandera, la mujer que sufría cualquier trastorno de conducta que la hacía diferente, pasó a ser una aliada del demonio en su lucha por destruir la cristiandad. Entre los años 1450 y 1750, más de 110.000 mujeres fueron procesadas y 60.000 fueron ejecutadas sólo en Europa. ¿Qué hicieron para merecerlo?"
Este es uno de aquellos momentos en los que te alegras profundamente de vivir los tiempos que vives. Y que te recuerda que eso no ha acabado, que aún las mujeres debemos reivindicar nuestro lugar en la sociedad y no permitir que nos arrinconen y nos pierdan el respeto por ser diferentes, inteligentes o lo que seamos.
17 febrero 2009
memoria
Ayer me pasaron una entrevista hecha a Manuel Reyes Mate Rupérez, un filósofo español, que me hizo reflexionar sobre muchas cosas. Sobretodo, habla de la memoria, la memoria histórica que hace que leamos el pasado de un modo determinado, la memoria que distorsiona los hechos ocurridos, pero también sobre la filosofía y el modo de ver el mundo a través de otros ojos.
El debate sobre la memoria histórica, y la revisión de la transición, son cosas que me han dado mucho que pensar. Entiendo que en un momento concreto ya nos estuvo bien (como nación, digo, porque yo no estaba) hacer una transición tranquila y, en palabras de Manuel Reyes, "echar al olvido (...) entonces nadie olvidaba pero no se quería dar importancia a la memoria". Pero estoy de acuerdo en que una vez pasadas las generaciones y desaparecidos según qué víctimas, verdugos y agravios, estaría bien poner nombre a las cosas... (y a los difuntos...) para cerrar heridas y crear un futuro más digno para todos sobre la base de nuestros errores para poder aprender de ellos, en vez de esconderlos y correr el riesgo de repetirlos (valga esta reflexión también para nuestras vidas).
14 febrero 2009
el santo del amor
Odio los días en que nos "obligan" a sentir cosas determinadas... Y mucho más aquellas en que nos hacen sentir irresistiblemente dirigidos a ser más consumistas aún.
Sin embargo, eso no debería hacernos pasar por alto según qué cosas, y es que a menudo es bueno celebrar lo bueno, como lo puede ser el amor.
Es verdad que el que el que está enamorado debería celebrarlo día a día, y el que no lo está lo busca tras cada esquina y no necesita un día que lo recuerde, pero... ¿qué más da? Si celebramos cumpleaños (para hacer un punto y seguido en nuestras vidas), y siguen algunos la tradición de celebrar el Santo, o el nacimiento de Cristo, o cualquier otra cosa semejante, ¿por qué no aprovechar este día para recordar que el amor es efímero y que hay que mimarlo todo lo que se pueda?
Así, yo os felicito, a todos los que estáis enamorados (ya sea de la vida, del amor o de vuestras parejas). ¡Disfrutad del amor y de la vida!
Sólo deseo que os dure eternamente.
07 febrero 2009
02 febrero 2009
abrazo
Andaba leyendo la última novela de Gala, “Los papeles de agua”, cuando unas palabras suyas me han asaltado: “Nadia la estrechó contra su cuerpo como si tuviese más de dos brazos: cuatro o seis como mínimo.”
Me ha trasladado a un abrazo. No sé si a un abrazo concreto, o a alguno que recuerdo como el compendio de todos los recibidos. Y me he dado cuenta de que es lo que más añoro.
A menudo algunas personas (entre las que lamentablemente me incluyo) quieren dar una imagen de seriedad y fuerza que, irremediablemente, les aleja de lo que realmente necesitan, que es que les abracen y les digan que van a cuidar de ellas.
De pronto, descubro una gran necesidad y un gran vacío.
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