Me parece una fantástica idea, esa de los autobuses ateos...
Ya bastante “presión” tenemos desde el ámbito de la Iglesia, está bien que tengamos también inspiración desde otros puntos de vista.
Además, me gusta el eslogan: Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida.
No obliga a nada. Sólo pide que se haga algo que, por fácil, parece incluso innecesario, pero en estos tiempos que corren, con tanta guerra ideológica, guerra santa, guerra de poderes, guerra de sexos... está bien que los autobuses, esos seres que recorren nuestra ciudad y que generalmente nos invitan a beber ciertas cosas o comprar ciertas otras, en esta ocasión nos planteen sólo pensar, en la dirección que sea, pero pensar.
7 comentarios:
Pues yo disiento en algunas cositas sobre esta campaña. No sobre la campaña en si, cuya idea me parece fenomenal, sino sobre algunos detalles...
A ver, yo no soy creyente, y sin embargo la campaña no me parece del todo acertada. Por un lado, está diseñada para que genere reacciones, como ya se está viendo (aunque tal vez era eso lo que se pretendía, que actuara como revulsivo) y, por otro, no hay nada que vincule el ser o no ser creyente con la capacidad para disfrutar de la vida. Son cosas que van por separado. Además, este "probablemente" me parece un poco contradictorio con el pensamiento del promotor de la campaña -la Unión de Ateos y Librepensadores-, que niega directamente la existencia de dios.
Saludos
Hola Satalia.
Por lo que yo sé (aunque no tengo demasiada información sobre el tema):
Si, se hace para provocar reacciones, hacer que la gente piense. No creo que la intención sea decir que el resto no disfruta de la vida, porque realmente la campaña está para recordar que aunque algunos no crean en Dios, se puede ser feliz igual. Hay otro tipo de asociaciones que promulgan lo contrario y de ahí el lema.
Respecto al "probablemente", vuelve al tema conciliador: no quisieron ser tajantes, porque entienden que hay mucha gente que cree y no querían insultar a nadie.
En definitiva, sólo recordar que, habiendo o no Dios, recordemos que se puede disfrutar de la vida.
Al menos así he entendido yo la información que me llegó y por eso me gusta la campaña.
Saludos!!!
Prafiero mil campañas como ésta a cualquier otra de perfumes,lencería o teléfonos móviles,por ejemplo.
Me gusta que nos hagan pensar,reaccionar,dialogar;al menos, salir de nuestras apagadas rutinas cuando vamos por la calle, mirando a ninguna parte.
Aunque,por otro lado, tampoco me hace demasiada gracia que hasta esto tengan que promoverlo a estas alturas a base de publicidad.
No sé si mejoramos o empeoramos con estas cosas; en fin,allá cada cual, que piense al menos.
Me encanta leerte,amiga.Un besote.
Me parece un eslógan de lo más epicúreo... No sé si hará pensar o no, cada cual con su conciencia, pero gozar de la vida no debería ser algo ajeno ni a ateos ni a creyentes.
Isabel: Estoy muy de acuerdo contigo. Me gusta eso de "salir de las apagadas rutinas". ¡Un beso amiga!
Afri: Es cierto que no deberíamos ser ajenos, pero si se forma tanto revuelo a causa de eso... será que somos poco epicureos, ¿no?... vamos por el mal camino, ¡está claro! Un abrazo,
Hola,
Soy uno de los que ha puesto dinero para que esa campaña se hiciera realidad.
¿Por qué decimos disfruta de la vida? Muy sencillo; porque la religión no se basa en el librepensamiento, sinó en la fe. La fe te dice que creas sin discusión. Esto, además del gran invento manipulador del pecado, hace que millones de personas se debatan en duras disquisiciones morales a lo largo de su vida por contradecir algún precepto religioso. Por no decir cuánto sufrimiento generan las guerras libradas en nombre de Dios, sea este del color que sea.
Y decimos probablemente no por respeto (se debe respetar a las personas, pero a las ideas no. Las ideas están a nuestro servicio, no al revés), decimos probablemente porque admitimos que no podemos demostrar con pruebas feacientes que Dios no exista, aunque lo creamos a pies juntillas, y con ello demostramos más cordialidad y predisposición al debate sano que "ellos y ellas".
Un libro recomendado: El espejismo de Dios, de Richard Dawkins.
Perdonad el rollazo!
Cuando yo estaba en la facultad conocí a un "integrista cristiano" (por llamarlo de algún modo) que me quería hacer sentir como "mutilada" o "falta de algún órgano vital" porque carecía de fe. Siempre pensé (antes y después de ese encuentro) que es una lástima que cuando uno no cree esté dispuesto a aceptar que los demás tengan sus creencias, y en cambio parece tan difícil que los creyentes acepten que no nos falta nada...
Me recuerdan a mi padre, que cuando le digo que alguna comida no me gusta me contesta: "¡no sabes lo que te pierdes!"... ¿Cómo me lo voy a perder si no lo echo de menos?
En fin... ¡yo agradezco ese tipo de mensajes!!
Un saludo,
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