24 enero 2010

cartas

 Hace años que no escribo una carta.
Antes era algo cotidiano, formaba parte de mi vida.

No siempre eran cartas para la misma persona. Tenía amigos con los que me comunicaba de esa manera.

Recuerdo la ilusión de abrir el buzón y encontrar un sobre a mi nombre que venía de otra parte. Unas veces de lejos y otras de mi misma ciudad. La cuestión no era que vinieran de muchos kilómetros, sino que me traían palabras de personas con las que me sentía unida de un modo especial.

Era detenerse, contarle algo a otro que escuchaba... quizá por eso tengo un blog. Sólo que ahora no sé bien (salvo excepciones) quién sois los que escucháis.

5 comentarios:

burdon dijo...

Leemos más bien. Pocas, pocas cartas he escrito. Pero vaya, hubo temporadas de carta va carta viene. Recibir una carta era todo un acontecimiento, al menos para mí. Saber que esa persona cogió una hoja, escribió de su puño y letras unas cuantas letras, lo metió en un sobre, le puso uno sellos, escribió la dirección y el remitente y la tiró al buzón, todo eso hacia valorar todas las cartas.

Yo escribía antes de tener blog, poquito eso sí. Ahora no puedo vivir sin ello. glups.

Me gustan tus reflexiones. :)

Núria dijo...

además de muchos más, te leemos los que teníamos la suerte de leerte antes. y eso es todo un privilegio...

Anónimo dijo...

Lo de escuchar era metafórico, Burdon, ¡que no perdonas una!! ;-)
Me alegro de que te gusten mis reflex!

Gracias, Iseult. Viniendo de ti siempre es un halago.

Besos a ambos,

Sparrow dijo...

Yo también me suelo perder por aquí, pero ahora me han venido ganas de escribir una carta... bueno, supongo que se me pasará después de escribir 4 mails y 10 sms... qué lástima no?

Anónimo dijo...

Que no se te pase!! Aunque no la mandes, tu escríbela. Siempre es interesante saber qué sale de una hoja en blanco. Y a veces encontrar por ahí una carta que escribiste y no mandaste puede ser interesante. Incluso te podría inspirar una canción al cabo del tiempo!!!