Hoy he unido las ganas de hacer cambios en mi vida con la ansiedad más absoluta; y como no me podía cortar el pelo porque ya lo hice ayer (un buen cambio de look), no se me ha ocurrido otra cosa que cambiar de sitio todos los muebles del comedor.
Hoy he entendido eso que llaman “Feng Shui”...
Está claro que determinadas combinaciones, aunque prácticas y adaptadas al espacio, no funcionan: un sofá dando la espalda a una mesa se me ha antojado como el colmo del mal rollo.
¡Hay que ver lo que se aprende cuando ansiedad y aburrimiento se juntan en mi salón!!!
2 comentarios:
No conozco el Feng Shui a fondo, pero hace unos años estuve saliendo con una chica que andaba obcecada con el rollo este. Vio empezó a decirme; ooh, que mal rollo, demasiados espejos, oh, la taza del water tiene que estar siempre cerrada, sino los malos espíritus entrarían en casa, o la posición de la cama, la del piso, la escalera de caracol del piso...mal kharma. Acabé hasta el gorro de escuchar cosas del feng shui de las narices. Desde entonces no quiero saber nada de todas estas creencias porque ya de por sí te ponen la cabeza loca trastocándote todo el mobiliario del piso. Cuando se supone que te proporcinan la paz.
Y hablando de cambios del mobiliario de casa. Mañana si no me canso mucho en el trabajo, pienso ir a Ikea a comprarme una mesita para el salón, de estas de color abedul con su revistero. Al carajo con la mesita de cristal y las columnas romanas de marmol! ¿qué diría de todo esto el señor Feng Shui?
Yo tampoco conozco a Don Feng. Y a juzgar por los dolores de cabeza que transmites, tampoco le dejaría entrar en mi casa. Sólo dejo entrar cosas prácticas, y eso no lo es.
Quizá lo de mi comedor no fue Shui, sino sentido común.
Respecto a lo de las columnas, no sé que diría nuestro amigo Fengi, pero creo que tienes claro lo que te diría yo. :)
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