He descubierto que tengo pésimo sentido del olfato. Es más, creo que en general nuestra sociedad está dejando que ese sentido se atrofie cada día más.
Todo empezó con un mini-curso de cata de vinos. ¿A qué huele un vino? Pues parece ser que a un montón de cosas que yo me estoy perdiendo.
Pero si seguimos más allá... a qué huele la mermelada de fresa, o la mantequilla, o las judías verdes... así hasta 8 recipientes en los que nos dieron a oler 8 cosas cotidianas, que en cuanto uno las ve las reconoce a la primera, pero que entre 17 personas no fuimos capaces de acertar...
Si no somos capaces de reconocer los olores más cotidianos, ¿cómo íbamos a ser capaces de reconocer esos olores en cantidades mucho más pequeñas dentro de una copa de vino?
Me propuse detenerme un poco en las cosas cotidianas y ser capaz de dedicarle unos instantes al olor que tienen. De momento he sido incapaz: han pasado dos semanas desde que lo pensé y no ha habido manera... vivimos demasiado rápido.
Pero ahí está: el propósito que espero cumplir en algún momento: detenerme un poco más con las cosas porque, seguramente, el olor es sólo una parte de lo que me estoy perdiendo de la vida.
Todo empezó con un mini-curso de cata de vinos. ¿A qué huele un vino? Pues parece ser que a un montón de cosas que yo me estoy perdiendo.
Pero si seguimos más allá... a qué huele la mermelada de fresa, o la mantequilla, o las judías verdes... así hasta 8 recipientes en los que nos dieron a oler 8 cosas cotidianas, que en cuanto uno las ve las reconoce a la primera, pero que entre 17 personas no fuimos capaces de acertar...
Si no somos capaces de reconocer los olores más cotidianos, ¿cómo íbamos a ser capaces de reconocer esos olores en cantidades mucho más pequeñas dentro de una copa de vino?
Me propuse detenerme un poco en las cosas cotidianas y ser capaz de dedicarle unos instantes al olor que tienen. De momento he sido incapaz: han pasado dos semanas desde que lo pensé y no ha habido manera... vivimos demasiado rápido.
Pero ahí está: el propósito que espero cumplir en algún momento: detenerme un poco más con las cosas porque, seguramente, el olor es sólo una parte de lo que me estoy perdiendo de la vida.
2 comentarios:
poco después de tener a mi primera hija, una amiga, también madre reciente, me habló del olor de su hijo en el paritorio. me sentí fatal porque yo no reparé en ese detalle. "sólo" recordaba sus ojos vivos mirándonos, y su grito (que no llanto)...
tuve una segunda oportunidad y recuerdo el esfuerzo por pensar que "tenía que olerla" entre los dolores de parto. me fue fácil, porque nació totalmente dormida, así que no me despistó su mirada... ese olor lo recordaré toda la vida...
una de dos, no está mal...
¡hay tantas cosas en nuestro día a día tan veloz en las que no pensamos! por habituales, o por extraordinarios, nos perdemos el "presente" de nuestros actos por pensar irremediablemente en lo que vendrá después...
¿dónde quedó el Carpe Diem?
Hace tiempo que lo busco, el Carpe Diem... y nunca he sido capaz de encontrarlo...
Tenía un compañero en la facultad que me repetía que debería vivir la inmediatez. Creo que se refería también a todo esto.
Sigo buscándolo. Creo que está dentro de mí, pero lo oculté una vez y ahora para encontrarlo.....
Publicar un comentario