Si no tienes a un dios al que pedir misericordia.
Si no hay un altar al que volver los ojos
y suplicar clemencia.
Si no hay un juez supremo
al que hacer responsable
de toda la maldad e injusticia del mundo.
Si no tienes un lugar
al que mirar con ansiedad y angustia
para encontrar consuelo.
¿A quién hacer culpable
de tanto y tanto sufrimiento?
¿Es que sólo el azar,
solamente el azar, es la causa
de tanto inútil dolor, tanto tormento,
enfermedad, adversidad,
la miseria, la muerte,
el odio, la pobreza...?
¿Y si tampoco existiera el azar?
¿Qué inventaríamos para explicar
tanto desasosiego?
Si no tienes a un dios
En: Daños colaterales. José Infante.
4 comentarios:
¡¡Es un poema maravilloso!! Si no existieran ni el azar ni Dios... ¿Qué habría, más que la absoluta responsabilidad de todos nuestros actos, decisiones y situaciones? Sería terrible....
¡¡Gracias, Sísifo!!
Me encanta tu comentario.
Besos guapa!!!
Si no se tiene a un dios nos queda la inteligencia,amiga...
Creo que el conocimiento,el afán de aprender, de saber más respuestas es una inagotable fuente de satisfacciones y,por qué no, de algunas dudas; que a fin de cuentas nos sirven para querer seguir siempre un poco más allá...
Respondo con retraso pero encantada de volver siempre a tus pensamientos.Gracias,amiga. Un besazo.
Retraso nunca, Isabel. Nunca es tarde para decir lo que se piensa!!
Yo también intento encontrar el consuelo en el conocimiento; pero a menudo me trae más desconcierto aún... creo que en la Biblia se dice que "El que aumenta su conocimiento aumenta su dolor"... Por algo soy sísifo... tanto levantar la piedra de las dudas, las preguntas y la búsqueda de conocimiento, me sugiere que no hay más que ir corriendo al otro lado de la ladera para volver a levantarla...
Pero me da esperanza saber que algunos encontráis consuelo: me da ganas de seguir buscándolo.
Siempre un placer, amiga.
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