21 julio 2011

in memoriam Potato

En enero del año pasado escribía el post Potato y comentaba que a mi gato ya le quedaba poco... la pobre ha aguantado un año y medio más sin dar ni un problema.
El martes se levantó con una pata inmóvil. Por la tarde, el veterinario me dijo que se le había parado un nervio. Que pasa a veces y que quizá podía sobrevivir a eso. Pero al día siguiente, ayer, ya no se despertó.


No se le pudo pedir más: Fue un gato ejemplar que vivió contenta (porque aunque se llame Gato Potato, era una gata), y me hizo mucha compañía mientras duró nuestra vida juntas.
Ahora la casa parece más grande. Y la añoro cada vez que me muevo, porque espero oírla, o que venga corriendo a la cocina a pedir comida, o que se siente encima de mí cuando me siento en el sofá…

La quise tanto como lo máximo que se pueda querer a un bicho. Y espero que sea verdad lo que alguien me dijo ayer: que vivió tanto tiempo (este mes hacía 18 años) porque era feliz conmigo.

Descanse en paz.