A mí me parece que lo verdaderamente temible en esta vida no es el pánico en sí mismo –dijo el hombre unos instantes después-. El miedo existe. Eso es indudable. Se nos muestra bajo distintas formas y, a veces, domina nuestras vidas. Pero lo más temible de todo es dar la espalda a ese miedo y cerrar los ojos. Actuando de esta manera acabamos cediéndole a algo lo más valioso que hay en nuestro interior.
2 comentarios:
Hola:
Es la primera vez que aterrizo en este espacio tuyo y me está gustando mucho lo que estoy leyendo.
El fragmento de Murakami me parece una flecha en pleno centro de la diana.
Con permiso, sigo fisgando por aquí.
Un saludo.
Hola Leo.
Por supuesto tienes permiso para fisgar porque este que llamas "espacio tuyo" (osea mío) es de todos los que quieran hacerlo suyo.
Un abrazo, sis.
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