La vida es una lucha. Pero nunca debería serlo literalmente.
Escuché una mujer que decía que lo difícil es salir, que lo que nos deberíamos preguntar no es por qué no salen, sino cómo lo consiguen las que lo hacen.
Eso es lo que los demás (y quizá ellas mismas) deberían saber.
Porque cuando alguien te trata como si no valieras nada, como si no supieras hacer nada bien… cuando alguien te maltrata psicológicamente, llegas a creer de verdad que no eres más que lo que dice que eres: nada.
Y salir de esa nada es lo más difícil del mundo. Porque el maltrato físico sólo es el colofón de esa lucha, sólo es una herida por fuera que subraya todas las heridas que se llevan por dentro.
La sociedad debe madurar y entender que la vida no es tan sencilla como parece, ni el mal es tan evidente como creemos. Hay muchas formas de vivir igual que hay muchas formas de maltratar… ¡elijamos las primeras y desterremos las otras!
Por el fin de la violencia de género. 25 de noviembre.
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