04 agosto 2009

violencia

 En el libro (que recomiendo) Pensar por pensar, Manuel Cruz y Manuel Delgado reflexionan sobre varios temas.
Todos me han llamado la atención, pero uno ha hecho que me detenga: hablando de la violencia, Delgado dice
Porque a cambio de esa violencia que te infligen sólo puedes ofrecer, en última instancia, la lucha o la sumisión.

Mi elección solía estar más de parte de la sumisión: la lucha comporta mantener la violencia, de modo que el único modo de evitarla pasa a ser la sumisión; o el alejamiento (que no deja de ser un modo perverso de sumisión).
Poco a poco voy aprendiendo que no atacar la violencia permite a los que abusan que continúen haciéndolo, porque “no pasa nada". Y que "violencia" no se reduce a un daño físico, sino que a menudo se violenta sólo con palabras, o con hechos que, aparentemente, no tienen consecuencias...
Alguien a quien quiero me contó una vez que de pequeño no se defendía cuando le pegaban porque pensaba que podría hacer daño al otro; hasta que se dio cuenta de que por miedo de no dañar se dejaba apalear...
Por lo que empiezo a entender que defenderse no debe comportar dañar, pero sí proteger.

20 julio 2009

nunca andamos solos

A ti, que estás tan sola:

No nos duele la vida: nos duele la memoria. Nos duele acordarnos sólo de aquello de lo que queremos “dolernos”... Así, cuando estamos deprimidos, sólo pensamos en lo mala que es nuestra vida y lo mal que nos trata el destino... y todos sabemos que el destino puede ser muy cruel en ocasiones.

Ayer lo decía Delirics en su concierto, recordando una historia que había leído. Decía que tenemos el poder de elegir. Que somos libres en tanto podemos elegir, porque hay mucha gente en el mundo que no puede hacerlo. Lo que liga con otra cosa que dijo y me gustó: a menudo pienso más en la muerte que en el amor... Otra disyuntiva que responde a lo mismo: podemos elegir.

Así, debemos pensar que no nos duele la vida, sino la memoria, nuestra memoria, que nos evoca lo que ella quiere y no lo que nosotros necesitamos para seguir viviendo.

Eso es lo que debemos recordar cuando nos sentimos abatidos: que nuestra libertad es un camino y un trabajo. Y que tenemos la responsabilidad de andar ese camino y abordar ese trabajo. Porque la vida es lo mejor y lo peor que tenemos. El blanco y el negro. Pero en definitiva, la vida, también es lo único que tenemos.
No nos perdamos por la penalidad de la empresa, y miremos más las flores que crecen al borde del camino. Quizá nos recuerden que nunca estamos solos, que nunca andamos solos.

27 junio 2009

cumpleaños

Hoy es mi cumpleaños. Y quiero celebrarlo:

Siempre había visto el cumpleaños como el día en que uno se celebra a sí mismo, celebra que está aquí, y que lleva muchos años. Pero, hace poco tiempo, alguien hizo que me diera cuenta de que es una fecha donde los demás celebran que naciste. Ahora el cumpleaños me gusta más.

Por otro lado, pienso que damos demasiada importancia a eso de los años. Demasiada porque cuanto más mayor se hace uno, más joven debería intentar ser...

Estoy de acuerdo con aquello de que las arrugas deben estar en el lugar que antes ocuparon las sonrisas, pero deberíamos intentar ser más jóvenes cada día, para recuperar la ilusión y la forma de descubrir que tienen los niños y que los mayores, lamentablemente, olvidamos cada día más.
Por eso, me hago eco de las palabras de Bunbury en su canción “De mayor”:

"De pequeño me enseñaron a querer ser mayor,
de mayor voy a aprender a ser pequeño.
Y así cuando cometa otra vez el mismo error
quizás no me lo tengas tan en cuenta.

17 junio 2009

el amor, la soledad

Vuelvo a descubrirme asombrada por las palabras de André Comte-Sponville.
Esta vez en El amor, la soledad. Un libro de una gran belleza que explora tantos temas que no podría haceros un resumen. De modo que os dejo sus palabras, que hablan por sí solas.

“La palabra no me interesa más que cuando es lo contrario de una protección: un riesgo, una apertura, una confesión, una confidencia... Me gusta que alguien hable lo mismo que se desnuda, no para que le vean, como creen los exhibicionistas, sino para dejar de esconderse...

“La verdadera cuestión consiste en saber si hay que dejar de amar cuando se deja de estar enamorado (en cuyo caso apenas se puede hacer otra cosa que ir de pasión en pasión, con inmensos desiertos de hastío y aburrimiento entre una y otra), o si, por el contrario, hay que amar de otro modo y mejor. Las pocas parejas que lo consiguen a duras penas (pero las hay, en cualquier caso), me parece que exploran este segundo camino que, sin duda alguna, es el más difícil y el más lleno de delicadeza... Me gustan las parejas cuando son felices: me gusta su intimidad, su complicidad, su humor, su erotismo del día a día... Esos amantes saben que el deseo es otra cosa y más que una carencia, que el amor es otra cosa y más que la pasión.

23 mayo 2009

nuestro futuro es hoy

 Acontecimientos recientes de mi vida me llevan a reflexionar sobre qué supone madurar. Y me doy cuenta de que, en realidad, no es más (ni menos) que aceptar que no somos una bola cualquiera de billar que va girando a causa de la interacción con otras, sino que nuestro papel en la vida lo deberíamos ver como el de la bola blanca que, a pesar de que siempre puede desviarse en contacto con otras, es la que toma una determinación, la que va en una dirección concreta, la que asume su propio juego y busca qué camino seguir para llegar a las metas que se propone.

Tenemos tendencia a pensar que la vida nos lleva por caminos que no hemos elegido, y ello (o la creencia en el destino, o en un ser superior que nos rige, o cualquier teoría similar) hace que nos desliguemos de nuestra responsabilidad sobre nuestro presente y nuestro futuro.

Se suele pensar que el futuro no existe, que el tiempo es relativo, y que de lo que pase mañana no tenemos ni conocimiento ni control. Pero nos equivocamos: nuestro futuro es hoy. Mañana pensaremos en hoy y haremos el balance de si pudimos hacer las cosas de otro modo, si pudimos tomar otras determinaciones o si, por el contrario, escogimos bien nuestro camino para llegar a donde mañana queríamos llegar (independientemente del resultado que la interacción pueda llegar a provocarnos).

16 mayo 2009

primavera

Ya sé que va a sonar muy cursi, pero creo que acabo de dejar entrar en mí a la primavera.
Últimamente me sentía como presa de la Nada de Michael Ende. Creo que eso es lo que ha hecho que me diera cuenta de la situación en la que estaba.
Es curioso. Cada uno se pierde a su manera. Hay gente que se pierde saliendo de sí, buscando compañía, intentando no estar nunca solos, fundiéndose a sí mismos con la multitud... y otros en cambio que nos con-centramos tanto que perdemos el mundo de vista...
Creo que los árboles no me dejaban ver el bosque. ¡Ha llegado el momento de ver el paisaje entero!





25 abril 2009

particular visión de la locura

 En tiempos de Sant Jordi, lo que se lleva es regalar rosas y hablar de libros... como lo primero “no me toca”, haré lo segundo.
Y es que, gracias a una profesora, he dado con un libro apasionante del que jamás había oído hablar, y que me ha resultado una obra merecedora de que hablen de ella: Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena.
Para que nadie se asuste, aclararé que los “renglones torcidos” son (para la protagonista de esta historia), aquellos individuos afectados por algún tipo de locura, y que ella interpreta que son los errores en la escritura del todopoderoso.
Es una obra que, bajo una historia policíaca, relata una visión curiosa y apasionante de la locura.
Relata a una mujer que por una serie de cuestiones se interna en un sanatorio mental (como ya hiciera el autor con el fin de escribir esta novela), y que cuenta con gran realismo de qué modo se comportan sus habitantes, los “tarados del alma”.
Es una novela muy humana que nos recuerda que los locos no son más que aquellos que exacerban alguno de los gestos que todos tenemos en una versión moderada.